miércoles, 6 de agosto de 2014

De vuelta...

Disculpadme, lo primero, por haber tardado meses en volver a escribir una entrada. Pero el invierno ha sido largo para mí, casi podría decir que ha llegado hasta agosto. Sí, no han sido unos meses en los que mirara demasiado por la ventana. No me entendáis mal, he seguido haciendo vida absolutamente normal, he llevado a Lucas al parque, he salido de compras, he quedado con amigos (vosotros lo sabéis).
Pero unos nubarrones negros siempre me han obligado a mantener la cabeza ligeramente inclinada, mirando al suelo. No tan levantada como antes, cuando os transmitía toda la fuerza que tenía. Me preguntaba qué os iba a escribir aquí que pudiera animar a todos aquellos que están en mi situación o qué iban a pensar todas aquellas personas que me quieren, me leen y en estas líneas encuentran la confirmación de que no deben preocuparse, que todo está en orden.
Así que he estado muda.
Y hoy... bueno, supongo que la química va desapareciendo de mi cuerpo poco a poco y me voy recuperando a mí misma en su mejor versión. Pero, sobre todo hoy, tengo tiempo y ganas. ¡Tiempo y ganas! Así que aquí estoy.
Hay muchas cosas que me gustaría contaros, mías y de L. Así que iré de a poquitos, de post en post a ver qué sacamos en claro.

Hace poco leí un folleto magnífico sobre el síndrome de Damocles (otro futuro post, no os lo perdáis) que incorporaba una entrevista a una mujer que había superado un cáncer. Toda la entrevista era maravillosamente optimista (igual que mi blog, jeje). Hasta que, en un momento dado, ella comentaba que los efectos emocionales que había tenido la enfermedad para ella debían ser motivo de una futura entrevista, en otra ocasión.
Me quedé con las ganas de que ella compartiera con todos las dificultades que se había ido encontrando en el camino. Pero como todo se quedó en una bonita, luminosa, pero incompleta entrevista; me gustaría contaros esos pequeños baches cotidianos que quizá a alguien le permitan no sentirse solo.


2 comentarios:

  1. Me alegra tenerte de vuelta Mamá Amazona, se te extrañaba. Saludos.
    www.retalesdemonimo.blogspot.co.uk

    ResponderEliminar
  2. Aunque lo borré por error, lo he podido recuperar desde el correo. Mil gracias, María.

    ResponderEliminar